El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo de origen multifactorial (genético, ambiental y neurológico) que se manifiesta en:
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Dificultades en la comunicación social:
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Problemas en la reciprocidad emocional (no responder a sonrisas o gestos).
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Dificultad para entender lenguaje no verbal (contacto visual, tono de voz).
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Retraso o ausencia de lenguaje verbal (en algunos casos).
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Patrones restringidos y repetitivos de comportamiento:
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Movimientos estereotipados (aleteos, balanceo).
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Resistencia al cambio (rutinas inflexibles).
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Intereses intensos y focalizados (obsesión con temas específicos).
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Diferencias en el procesamiento sensorial:
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Hipersensibilidad (molestia por ruidos, texturas) o hiposensibilidad (búsqueda de estímulos intensos).
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En este contexto, el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que requiere una evaluación rigurosa y especializada para su diagnóstico. Aunque el proceso debe ser multidisciplinario —involucrando pediatras, psiquiatras infantiles, terapeutas del lenguaje y otros profesionales—, es el neuropsicólogo clínico quien posee la experticia y la facultad legal y científica para emitir un diagnóstico preciso y confiable de autismo.
¿Por qué el neuropsicólogo clínico es clave en el diagnóstico del TEA?
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Formación Especializada en Evaluación Cognitiva y Conductual
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El neuropsicólogo clínico está capacitado para analizar las funciones ejecutivas, la cognición social, el procesamiento sensorial y otros aspectos neuropsicológicos fundamentales en el TEA (American Psychological Association [APA], 2020).
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Utiliza pruebas estandarizadas y validadas, como el ADOS-2, el ADI-R y baterías neuropsicológicas que evalúan memoria, atención y flexibilidad mental.
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Diferencial con otros trastornos
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Muchas condiciones (TDAH, ansiedad, trastornos del lenguaje) pueden confundirse con el TEA. El neuropsicólogo clínico tiene las herramientas para distinguirlas mediante perfiles cognitivos y conductuales que aseguran un rango de efectividad superior y confiable.
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Sustento científico y legal
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Según los estándares internacionales, el diagnóstico de TEA debe ser realizado por un profesional con formación en neuropsicología clínica con especialización en neurodesarrollo (OMS, 2023).
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En muchos países, solo este profesional está facultado legalmente para emitir informes diagnósticos con validez clínica y educativa.
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El Rol del Equipo Multidisciplinario
Aunque otros profesionales (neurólogos, terapeutas) aportan datos valiosos, no están capacitados para diagnosticar autismo de manera independiente. Su labor es complementaria:
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Neurólogos/Pediatras: Descartan causas médicas (epilepsia, síndromes genéticos).
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Terapeutas del lenguaje: Identifican retrasos en la comunicación.
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Psiquiatras infantiles: Abordan comorbilidades como ansiedad o TDAH.
Sin embargo, la integración final de los datos y el diagnóstico definitivo deben ser realizados por el neuropsicólogo clínico, ya que es el único profesional entrenado para interpretar todas las dimensiones del TEA.
Un diagnóstico de TEA debe ser preciso, basado en evidencia y realizado por un neuropsicólogo clínico calificado. En Poliestudios, enfatizamos la importancia de la formación especializada para evitar diagnósticos erróneos que afecten el acceso a terapias adecuadas.
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